Contenidos elaborados por Verónica De la Torre y publicados en: Guía de Facilitación de valores y Album de valores, Visión Mundial Ecuador, 2012. Material dirigido a niñez y juventud indígena, campesina y afrodescendiente.
A continuación te comparto uno de los talleres completo, cuyo contenido puedes utilizarlo con fines educativos, citando la fuente, pero no puedes reproducirlo sin autorización de Visión Mundial Ecuador (VME). Si te interesa tener la Guía completa para impartir los talleres con grupos de adolescentes, escríbeme a verodelatorreg@yahoo.es para acordar con VME como ayudarte. Al final se encuentra el índice de los 30 talleres.
Valor 10: Confío en lo que siente mi cuerpo
Entrevista a José
¿Alguna vez has sentido abrazos o “mimos”
que te han hecho sentir súper bien?
¡Yo
sí! Recuerdo que varias veces cuando yo era chiquito, cuando acababa de ayudar
a mi mami en algunas tareas de la casa, me daba un abrazo fuerte y calientito
como el de un oso, y luego me daba un beso. Yo me sentía feliz, sabía que ese
abrazo era la muestra de su gratitud por ayudarla, así que me sentía como un
héroe, como alguien importante y con ganas de vivir.
Otras
veces mi papi me daba unas ligeras palmadas en la espalda cuando estaba
contento porque me había portado bien, yo sabía que eso significaba que estaba
orgulloso de mí y ¡me sentía genial!
En
otros momentos, sin razón alguna, mi mami me tocaba la cara mientras me miraba
con ojos de ternura, yo sabía que era una forma de recordarme su amor y por
dentro sentía una cosquillita que me hacía tener ganas de saltar. Otras veces mi
abuelo me cargaba en sus brazos y me daba muchos besos en el cuello, yo moría
de risa y sabía por dentro que era su forma de jugar conmigo y decirme que me
quiere.
Ahora
que estoy más grande, tengo una amiga en
el barrio con quien a veces nos hemos cogido de la mano. Ella aprieta la mía y
yo me siento como en la gloria ¡como si quisiera volar! Siento que esa es su
manera de decirme que le agrada mi compañía y eso me hace sentir súper bien.
¿Alguna vez te has sentido mal,
incómodo o triste por la forma que alguien te ha tocado?
Sí…
pues en ocasiones mi mami se enojaba conmigo por algo y me daba un fuerte
sacudón. Eso era muy feo y me daban ganas de llorar porque a pesar de que sabía
que ella me quería, en esos instantes no lo sentía, sino que parecía que le
estorbaba. Una vez mi papá me dio un chirlazo porque le levanté la voz. Sentí
tanto dolor y rabia que aún me cuesta recordarlo. Por un instante pensé que él
me había dejado de querer. Fue horrible.
Pero
la vez que me sentí peor, fue una ocasión en que papá llegó a casa con un amigo
borracho, un vecino de la comunidad que yo lo conocía desde antes. Se sentaron
en la mesa a seguir tomando y después de un tiempo papá se quedó dormido,
arrimado en la mesa. Yo fui a verlo porque siempre estaba pendiente de él
cuando tomaba y en ese momento el vecino me pidió que me siente en sus piernas,
mostrándose muy amable, como queriendo jugar conmigo, pero en vez de sentirme
bien, sentí como un corto circuito que me empujaba a salir corriendo, pero él
me sostuvo fuerte y puso su mano en mi pene. Yo me quedé inmóvil, tan asustado que
no sabía si gritar o correr. Pero de alguna forma, logré hacer caso a ese
rechazo terrible que mi cuerpo sintió, y di un brinco desesperado que en solo
segundos llegué a mi cuarto, liberándome de ese señor. Me sentí tan mal, sucio
y triste que no quise hablar de eso nunca… hasta hoy.
Descubramos:
¿Cuáles
eran los “mimos”, abrazos o caricias que agradaban a José? ¿Cómo se sintió al
recibirlos?
¿Por
qué estos “mimos” hicieron sentir bien a José? ¿Qué le demostraban las personas
que le tocaban de esta manera?
Recuerda
cuándo te has sentido tan bien como José por la forma en que otros te han
tocado o abrazado. Describe o dibuja cómo fueron esos momentos.
¿Cuándo
José se sintió incómodo por la forma en que le tocaron?¿Cómo se sintió?
¿Por
qué? ¿Qué le demostraban las personas que le tocaron de esta manera?
Con
base en esto, qué piensas que significa un “toque violento o abusivo”?
Recuerda
cuándo te has sentido triste, incómodo o molesto, como José, por la forma en
que otros te han tocado. Describe o dibuja cómo fueron esos momentos.
Piensa en que si otras personas te han
tocado de forma violenta, agresiva o abusiva, son estas personas quienes han
actuado mal, no tú. José se sintió
triste y sucio por cómo fue tocado por su vecino, y es normal sentirse así
cuando somos agredidos pero debemos recordar que no tenemos la culpa o
responsabilidad sobre las malas acciones de las demás personas, recuperar la
fuerza interior para hablar de lo que ha sucedido y pedir ayuda para que no
vuelva a ocurrir.
Resumamos
lo aprendido
¡Vaya!
Es increíble como tu cuerpo sabe reconocer qué tipo de “toques” o caricias son
buenos para ti porque te hacen sentir contento(a), a gusto, tranquilo(a) o te
recuerdan cuán valioso(a) o importante eres. Así mismo, qué sabio es tu cuerpo
para avisarte cuándo un toque te hace sentir fastidiado(a), triste,
incómodo(a), porque te produce automáticamente rechazo, ganas de correr o de defenderte.
Por
eso, tenemos que aprender a escuchar a nuestro cuerpo y a hacerle caso cuando
nos avisa que está disfrutando o rechazando la forma en que es tocado. ¡Es una
de las voces que Dios ha puesto para cuidarnos y hacernos felices!
Si
nuestro cuerpo lo disfruta es porque está siendo tocado con cariño y respeto a
la vez, es decir, la caricia o abrazo
que recibe es lo que tú necesitas, deseas o te agrada, y por lo tanto es bueno.
Si
nuestro cuerpo lo rechaza es porque alguien te está haciendo daño, con o sin
intención, o está haciendo abuso de su autoridad, tamaño o poder para hacer algo
que no te conviene o no es bueno para ti. Por lo tanto debes defenderte,
alejarte o pedir ayuda para detener a quien te toca de forma que no te agrada y
mantenerte a salvo.
Sin embargo, hay ciertas ocasiones en que
nuestro cuerpo puede sentir las dos cosas a la vez… ¿cómo? Sí, puede sentir
agrado y rechazo juntos cuando alguien que no debe toca partes sensibles de
nuestro cuerpo que disfrutan por sí solos cuando alguien las rosa. Por ejemplo,
tócate suavito la oreja… ¿qué sientes? ¿Te da cosquillas? Es posible que sí y
que te agrade esa sensación, pero si quien te la toca es alguien a quien tú no
le has dado permiso de hacerlo, alguien poco conocido por ti, que no es de tu
confianza, o que, aunque lo conozcas, sientes que no debe tocar tu orejita de
esa manera, entonces es probable que algo de ti también experimente rechazo. Es
decir, si notas que tu cuerpo siente agrado, pero también algo de rechazo o
confusión, es también una alerta que te da, una sirena que suena para
recordarte que debes decirle claramente que no quieres que te toque así,
alejarte o ponerte a salvo de cualquier manera.
Jugando
con lo que descubrimos
Colócate en pareja con otro
compañero o compañera del grupo. La persona 1 le va a tocar a la otra de la
forma en que está a continuación y la persona 2 le va a decir cómo se siente,
si le agrada o no, y qué quiere que haga al respecto.
Toque
|
Me sentí
|
Qué quiero que haga
|
Ejemplo:
Hala su pelo (no muy duro)
|
Molesto(a)
|
Quiero que
no hales mi pelo otra vez.
|
Dale un
abrazo
|
||
Empújale
(suavemente)
|
||
Acaricia su
cabeza
|
||
Palmea
suavemente su espalda
|
Manos
a la obra
De
ahora en adelante decide CONFIAR EN LO QUE SIENTE TU CUERPO, toma mucha
atención sobre la forma en que otras personas te tocan y diles a las personas
cómo te sientes. Pero si tu cuerpo te avisa que estás en peligro y te mueve a
correr, gritar, defenderte o pedir ayuda, ¡hazlo! Tienes derecho a ser tocado
con cariño, RESPETO, y disfrutarlo, así como tienes derecho a rechazar o
denunciar cualquier toque que te demuestre lo contrario.
Ahora
sí, es momento de pegar tu cromo en el álbum.
Conclusión
Mi
cuerpo sabe cuando está siendo tocado por otras personas con cariño y respeto,
y cuando está siendo tocado con agresividad o maldad. Yo CONFÍO EN LO QUE MI
CUERPO SIENTE, por lo tanto DISFRUTO cuando
me siento tocado(a) de forma que me agrada y RECHAZO cuando me tocan de forma
que no me gusta. Digo lo que siento y pido ayuda, grito o corro si percibo que
estoy en peligro.
Adivinanza:
Cosquillea
si disfruta
Se
eriza si rechaza
Me
avisa que me quede
O
que corra de a dos patas.
ÍNDICE
Sección 1: ¿Dónde está Dios en mi comunidad?
1: Veo a Jesús en mis vecinos
2: Siempre encuentro lo bello
Sección 2: CUIDADO DE LA SALUD MENTAL
3: Cuido de mí
4: Cultivo la alegría
5: Soy una persona auténtica
6: Siempre puedo recuperarme
Sección 3: La capacidad de soñar
7: Me atrevo a soñar
8: Creo en el mañana
9: Puedo cambiar las cosas
Sección 4: Sexualidad sana y responsable
10: Confío en lo que siente mi cuerpo
11: Conozco y quiero mi cuerpo
12: Amar, sentir y respetar
13: Soy fiel
Sección 5: La generosidad
14: Escojo la generosidad
15: Aporto al bien común
16: Comparto las tareas del hogar
Sección 6: La memoria de los mayores como archivo vivo de la historia y relato de la Comunidad
17: Escucho a las personas mayores
18: APRENDO DEL PASADO
19: AYUDO A LAS PERSONAS MAYORES
Sección 7: La importancia de la participación en procesos de la familia, comunidad, escuela, parroquia
20: ME ENORGULLEZCO DE MI CULTURA
21: TENGO VOZ
22: ASUMO COMPROMISOS
23: PARTICIPO CON ALEGRÍA
Sección 8: La vida como una oportunidad de Dios para disfrutarla, vivir bien (Sumac Kausay), proyectarla y trascender
24: DISFRUTO MI VIDA
25: SÉ ESCOGER LO BUEN
26: DEJARÉ HUELLAS
27: SIRVO CON ALEGRÍA
Sección 9: Trabajo en asocio con otros para lograr lo que nos proponemos
28: SÉ LLEGAR A ACUERDOS
29: COMPARTO LO QUE SÉ}
30: DESARMO MIS PREJUICIOS
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