"¡Este
bebé está muy mimado! Llora si me alejo, o si no lo cojo en brazos...
¡ya se acostumbró a la mano! ¡Es puro capricho! Hay que dejarlo llorar
para que se vuelva más independiente". ¿Lo han oído? Yo, muchas veces.
Lo cierto es que los estudios confirman que lo NATURAL es que los bebés busquen ser acogidos, acunados o consulados ante cualquier situación que lo haga sentir
que su principal figura de apego se aleja
y por lo tanto, alguna amenaza "real o irreal" puede sobrevenirlo. Este
es un mecanismo utilizado incluso por cientos de especies de animales y
es lo que permite favorecer su supervivencia. Esta tendencia, no es
solo de los bebés sino que, hasta nuestra muerte es totalmente natural
buscar diferentes formas de cercanía y protección ante eventos como el
aislamiento, la oscuridad, presencia de extraños, ruidos fuertes, entre
otros.
Entonces, ¿por qué negarles este anhelo obligándolos así a actuar como NO están
hechos para hacerlo? El consuelo y acogimiento que les demos hoy será lo
que les permita autoofrecerse mañana, o les enseñe a buscar la saciedad
de estos anhelos naturales en las fuentes adecuadas.
(Basado en Bowlby,
El apego y la pérdida).
Más sobre este tema en "Construyendo un apego seguro", taller 2 del curso Pautas-crianza. (http://veronicadelatorreg.blogspot.com/2014/03/pautas-para-la-crianza-en-el-primer-ano.html)
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