30 s
qué triste lo que vivimos... qué impactante ver como los seres humanos podemos llegar a comportarnos
como verdaderos animales cuando dejamos de mirar la perspectiva del otro,
los intereses y necesidades de los demás y nos concentramos solamente en
los propios.
qué triste lo que vivimos... qué impactante ver como los seres humanos podemos llegar a comportarnos
como verdaderos animales cuando dejamos de mirar la perspectiva del otro,
los intereses y necesidades de los demás y nos concentramos solamente en
los propios.
Cuando esto pasa la violencia puede llegar a niveles
elevadísimos como lo que vivimos el jueves, sin posilidad de negociación, de
entedimiento racional, sin espacio para el diálogo y el acuerdo...
Lo peor es que esto no es algo que sucedió fuera de
nosotros, fue solo una muestra de la violencia sin nombre que vivimos desde
dentro, con nosotros mismos, en casa, en los trabajos, solo fue una ventana
donde se miró lo que tristemente estamos cultivando día a día.
Que lo vivido nos transforme a todos en muchas formas, pero
especialmente en la manera en que cada uno manejamos nuestra ira, la búsqueda
de nuestra satisfacción y bienestar, y reconocemos los límites que impiden que
estos se conviertan en "justificativos" para violar a los demás, de
mil y un formas.
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