Mía:
Primero temía que no gatearas y poco después,
gateaste.
¡Un año 3 meses! No caminabas… ¡qué
preocupación! Un mes más y caminaste.
No tomabas teta… ¡vaya!, algo después ya
tomabas con sorbete.
Y así,
No comías sólidos, luego te gustaron más
que la sopa.
No tolerabas el suero fisiológico, luego
aprendiste a ponértelo sola.
No querías ir al baño, ahora ya lo logras
casi siempre.
No te gustaba el tomate, ahora ya comes de vez en
cuando los cherry.
No comías sola ni una cuchara, hoy juegas a
las ganadas con el papi con tu propia taza.
Tenías mamitis, hoy sueñas y anhelas estar
con papá.
No te vestías por ti misma, hoy solo te rehúsas
cuando estás muy cansada.
Te despertabas mil veces en la noche. Hoy, casi
nunca.
Mía,
Aunque al comienzo me costó, y a veces
todavía me inquieto,
Cada vez siento más certeza que no tengo
nada que temer,
¡En tu tiempo y a tu ritmo, serás quien
debas ser!
De sobra lo has demostrado.
Te amo,
Perdóname por las veces en que quiero
forzarte a crecer,
por cubrir mis necesidades, más que las
tuyas.
Eres perfecta así, hoy.
Mañana hallarás nuevos motivos para
explorar nuevas formas de ser y vivir.
Mañana aprenderás lo que te haga falta,
Mañana descubrirás cómo desplegar más alto
tus alas y cuando es preciso cerrarlas.
Descansa hoy,
… y yo también.
Eres perfecta.
Te amo.